Mostrando entradas con la etiqueta él. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta él. Mostrar todas las entradas

domingo, 13 de marzo de 2016

Letting you go

To let go doesn't mean to stop caring;
It means I can't do it for someone else.
To let go is not to cut myself off...
It's the realization that I can't control another...
To let go is not to enable,
but to allow learning from natural consequences.
To let go is to admit powerlessness,
which means the outcome is not in my hands.
To let go is not to try and change or blame another,
I can only change myself.
To let go is not to care for, but to care about.
To let go is not to fix, but to be supportive.
To let go is not to judge,
but to allow another to be a human being.
To let go is not to be in the middle arranging all the outcomes,
but to allow others to affect their own outcomes.
To let go is not to be protective,
It is to permit another to face reality.
To let go is not to deny, but to accept.
To let go is not to nag, scold, or argue,
but to search out my own shortcomings and correct them.
To let go is not to adjust everything to my desires,
but to take each day as it comes and cherish the moment.
To let go is not to criticize and regulate anyone,
but to try to become what I dream I can be.
To let go is not to regret the past,
but to grow and live for the future.
To let go is to fear less and love more.

viernes, 5 de febrero de 2016

One day

One day I’m going to do something reckless. One day I’m going to show up at your door and lay the earth at your feet. I will look at you and say that I’ve loved you with every mile between us and I will love you through a thousand more. You were crafted from the stars and the sea and I have never, in this lifetime or the last, seen anything that moves or speaks like you. One day I will do something reckless. One day I will tell you that you look like the rest of my life.

This text doesn't belong to me

viernes, 22 de enero de 2016

Al perderte yo a ti


Al perderte yo a ti, tú y yo hemos perdido: 
yo, porque tú eras lo que yo más amaba 
y tú porque yo era el que te amaba más. 
Pero de nosotros dos tú pierdes más que yo: 
porque yo podré amar a otras como te amaba a ti, 
pero a ti no te amarán como te amaba yo.

Autor del poema: Ernesto Cardenal

jueves, 21 de enero de 2016

No te marches

Apagas la luz, me observas en la oscuridad, y puedo notar tu silueta tranquila, segura, tratando de alcanzarme con la mirada. Aquí estamos, tendidos a los pocos rayos de luz que entran por la persiana, peleándose por brillar el que más. Me recuerdan a nosotros en el pasado, tan rápidos y tan fuertes para brillar. Lo queríamos todo, iluminábamos con nuestro paso todo lo que había alrededor. ¡Y, míranos ahora, escondiéndonos en la oscuridad!

Dime, ¿Qué ha pasado? ¿Qué ha cambiado? Quédate aquí, no me dejes ir, me arrojaste a la oscuridad y ya no conozco nada seguro a parte de tus brazos. Ya no veo nada, todo es tan diferente... Tu me trajiste aquí, ayúdame. No me abandones, te necesito.

¿Por qué me besas tan lento? ¿Piensas en marcharte? ¿Es por ello que quieres saborear cada milímetro de mis labios? Dime la verdad, ¿quieres huir? ¿sin mi? Y ahora ¿Qué haces? ¿por qué paras? Ámame ahora que puedes, seré tuya  y tu mío para siempre.

Sólo tienes que decirlo. Sólo tienes que quedarte.

domingo, 17 de enero de 2016

🌑

Maldito vacío, ya ni si quiera me deja escribir. Pensaba que las palabras serían lo único que siempre me quedaría, pero tu me has robado hasta eso. Me dijiste que el amor era bueno, que allá donde hubiera amor todo sería mejor. Pero mírame, lo único que me ha traído amarte ha sido dolor, sufrimiento. Sufro por no poder tenerte a mi lado. Por verte al otro lado de la maldita pantalla y no poder tocarte.

Muchas veces pienso que todo hubiera sido mucho mejor si nunca te hubiera conocido. No se si realmente existe el destino, pero si existe... ¿por qué te puso en mi camino?¿a caso no he sufrido suficiente?

Ni aún queriéndolo conseguimos separarnos. Los años no volvieron a unir. Irónicamente, la distancia que intentamos poner entre nosotros nos hizo reencontrarnos. A si que, dime, si no está en mi mano, ¿en mano de quien esta poder alejarme de ti? Porque yo así no puedo vivir...

jueves, 7 de enero de 2016

Ya no le echo tanto de menos

-¿y, cómo lo llevas?
-Ya no le echo tanto de menos... Es decir, aún me levanto alguna que otra noche cuestionandome dónde está, qué pasó, pero... Puedo dormir. En ocasiones le veo, entre la gente, su dulce silueta... Y entonces me doy cuenta que es sólo mi imaginación. Todavía veo sus ojos en la mirada de otras personas, o me recuerdan ciertas palabras a él. Pero ya no, ya no lloro todos los días, deseando estar a su lado. Ya no grito a cualquiera por la tristeza que me produce no verle. Ya ni si quiera pienso tanto en él. Simplemente, ya no le echo tanto de menos. 



martes, 24 de noviembre de 2015

Si sólo estuviéramos tu y yo

Si sólo estuvieramos tú y yo, nadie diría que no a nuestro amor.

Si sólo estuvieramos tú y yo, nos dejaríamos llevar.

Si sólo estuvieramos tú y yo, las diferencias no serían obstáculo nunca más.

Si sólo estuvieramos tú y yo, nada nos preocuparía ni nos separaría.


Si sólo estuvieramos tú y yo, hasta la Luna querría observarnos.

Si sólo estuvieramos tú y yo... Si lo estuvieramos...

💔

El silencio, compañero de la noche, que solo lo interrumpe los suspiros de recuerdos que a duras penas emite el alma, mientras agoniza tu ausencia, y se pregunta ¿Porque no estas aquí? ¿Por qué no vuelves?
Mientras tanto te pienso, linda, dulce y alegre; de piel aterciopelada, impregnada por ese sutil aroma que se obtiene en los campos de alcatraces.
Será que tanto te extraño, que pienso en aquel día que te vi y que se paralizaron mis sentidos al ver tu silueta, ese sentimiento que me envolvía e invadía solo al verte, un fuerte palpitar dentro de mi capaz de mover montañas y de hacer cosas imposibles e inimaginables. 
Desde que te alejaste solo me consuela la luna, que alumbra mi rostro humedecido, por las lágrimas que llevan tú nombre. A la cual pregunto por ti y el porque de no merecerme tu amor; pero ni ella ni nadie me da la respuesta, que habré hecho mal, a caso seré merecedor de esta gran pena. 
Será que no oyes mi llanto, será que no ves mi anhelo. Tal vez mi amor nunca te convenció, tal vez nunca merecí amarte; quisiera cerrar el libro del recuerdo, dejando paso al presente, encontrando el amor verdadero igual al que tú pudisteis darme.

Qué se supone que tienes qué decir cuando todo lo que tienes por decir está mal. Ya nada de verdad queda en mí. Sospecho que solo una cosa e...