martes, 24 de noviembre de 2015

đź’”

El silencio, compañero de la noche, que solo lo interrumpe los suspiros de recuerdos que a duras penas emite el alma, mientras agoniza tu ausencia, y se pregunta ¿Porque no estas aquĂ­? ¿Por quĂ© no vuelves?
Mientras tanto te pienso, linda, dulce y alegre; de piel aterciopelada, impregnada por ese sutil aroma que se obtiene en los campos de alcatraces.
Será que tanto te extraño, que pienso en aquel dĂ­a que te vi y que se paralizaron mis sentidos al ver tu silueta, ese sentimiento que me envolvĂ­a e invadĂ­a solo al verte, un fuerte palpitar dentro de mi capaz de mover montañas y de hacer cosas imposibles e inimaginables. 
Desde que te alejaste solo me consuela la luna, que alumbra mi rostro humedecido, por las lágrimas que llevan tĂş nombre. A la cual pregunto por ti y el porque de no merecerme tu amor; pero ni ella ni nadie me da la respuesta, que habrĂ© hecho mal, a caso serĂ© merecedor de esta gran pena. 
Será que no oyes mi llanto, será que no ves mi anhelo. Tal vez mi amor nunca te convenció, tal vez nunca merecí amarte; quisiera cerrar el libro del recuerdo, dejando paso al presente, encontrando el amor verdadero igual al que tú pudisteis darme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Qué se supone que tienes qué decir cuando todo lo que tienes por decir está mal. Ya nada de verdad queda en mí. Sospecho que solo una cosa e...