jueves, 21 de enero de 2016

No te marches

Apagas la luz, me observas en la oscuridad, y puedo notar tu silueta tranquila, segura, tratando de alcanzarme con la mirada. Aquí estamos, tendidos a los pocos rayos de luz que entran por la persiana, peleándose por brillar el que más. Me recuerdan a nosotros en el pasado, tan rápidos y tan fuertes para brillar. Lo queríamos todo, iluminábamos con nuestro paso todo lo que había alrededor. ¡Y, míranos ahora, escondiéndonos en la oscuridad!

Dime, ¿Qué ha pasado? ¿Qué ha cambiado? Quédate aquí, no me dejes ir, me arrojaste a la oscuridad y ya no conozco nada seguro a parte de tus brazos. Ya no veo nada, todo es tan diferente... Tu me trajiste aquí, ayúdame. No me abandones, te necesito.

¿Por qué me besas tan lento? ¿Piensas en marcharte? ¿Es por ello que quieres saborear cada milímetro de mis labios? Dime la verdad, ¿quieres huir? ¿sin mi? Y ahora ¿Qué haces? ¿por qué paras? Ámame ahora que puedes, seré tuya  y tu mío para siempre.

Sólo tienes que decirlo. Sólo tienes que quedarte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Qué se supone que tienes qué decir cuando todo lo que tienes por decir está mal. Ya nada de verdad queda en mí. Sospecho que solo una cosa e...