martes, 22 de marzo de 2016

¿Cómo?

Puedo recordar cómo lucías la primera vez que te vi. Tu mirada, tu sonrisa, tu respiración, tus manos, tus pequeños vicios, tus gestos, tus sonidos. Cada pequeño detalle de ti me encantaba. Parecían estar hechos a medida para mí. Adoraba hasta la forma en la que me hacías enfadar. Te dije te quiero demasiado rápido. No suelo hacerlo, pero lo hice porque realmente lo sentía. En realidad creo que te amaba incluso antes de conocerte. Sé que tú también sentiste esa conexión tan extraña pero a su vez mágica entre nosotros. Las cosas iban torciendo de. Sin embargo, prometimos todo menos separarnos. Y justamente eso pasó.

Fue cosa del destino volver a encontrarnos. Ambos estábamos en puntos muy diferentes en la vida, habíamos cambiado, pero la conexión permanecía. Otra vez las mismas promesas. Otra vez las conversaciones hasta las tantas de la madrugada. Pero maldito sea el destino, que nos la volvió a jugar. Razones diferentes, pero consecuencias iguales. Distancia. Problemas. Personas. Da igual, llámalo como quieras. El caso es que hemos vuelto a tener que decirnos la palabra que ambos más odiamos: adiós.

¿Pero cómo aceptarlo, cuando te has convertido en mi todo? En mi primer y último pensamiento, en mi única ilusión y tristeza, el caos y el orden de mi vida a la vez. Dime, ¿cómo? ¿cómo he de aceptarlo?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Qué se supone que tienes qué decir cuando todo lo que tienes por decir está mal. Ya nada de verdad queda en mí. Sospecho que solo una cosa e...