lunes, 8 de agosto de 2016

I

Llevo mucho tiempo sin escribirte. Hoy he soñado contigo y no logro sacarte de mi cabeza, así que pensé que quizás dedicarte algunas palabras lo aliviaría.
Yo uhm ya no estoy segura de echarte de menos. He pasado dos años enteros haciéndolo, rogando porque volvieras a mi vida, pero finalmente comprendí que no podía ser. Te superé.
Pero es cierto que a veces te recuerdo. Tus caricias, tus abrazos... Hace mucho tiempo ya, y sé que me veías cómo una niña, que jamás descubriste mis sentimientos por ti, pero te amaba. Realmente lo hacía. Incluso si era tan sólo una niña.
A veces no lograba conciliar el sueño porque solo veía tus labios. Y cuando estábamos juntos tu aroma me transportaba a otro lugar. Solamente me sentía viva a tu lado. Podía respirar de nuevo.
Olvidarte fue duro, muy duro. La última vez que nos vimos fui realmente borde, lo sé, pero lo hice porque no quería sufrir otra vez. No quería volver a sentir esa conexión y revivir mis sentimientos. Ya estaba olvidándote, no podía permitir engancharme de nuevo. Lo siento por la imagen que te di. Sabes que no soy así.
Tú tampoco eres como he oído que actúas últimamente. En ocasiones pienso que al perdernos perdimos todo lo que éramos también. Hemos construido desde cero y lo hemos hecho a nuestra manera. Tú ahora tienes tu familia, y yo intento salir adelante.
Te superé. Asimilé que teníamos caminos diferentes. Ya no te echo de menos. Pero en ocasiones desearía tenerte a mi lado...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Qué se supone que tienes qué decir cuando todo lo que tienes por decir está mal. Ya nada de verdad queda en mí. Sospecho que solo una cosa e...