lunes, 5 de junio de 2017

Decisiones

Empieza el verano. Y el día se acerca. Nadie realmente me pregunta qué es lo qué pienso hacer, porque todos se piensan que la decisión ya está tomada. Llevo diciendo que quiero ir desde que aprendí a hablar. ¿Así que, qué tan gordo iba a pasar para hacerme cambiar de opinión? Sobre todo a mí, la persona más cabezota que puedas conocer.

Pues tú pasaste. Como un maldito terremoto, que siempre sabes que puede pasar pero jamás imaginas que realmente pase. Algo que siempre estuvo presente pero de lo que no fui consciente hasta que explotó.

Jamás me pedirías que renunciara a esa opción por ti. De hecho ni si quiera quieres ser una opción para mi vida. ¿Cómo elegirte cuando no quieres ser ni uno de mis posibles caminos? Pero luego vienes y me desordenas los pensamientos, las ideas, me revolucionas y me dejas conocerte un poco, me dejas pensar que un nosotros es posible. Ya no sé ni quién eres. Ni qué quieres ni qué somos. De hecho sólo sé que me gustas mucho, que me gustaría elegirte.

Pero sé la verdad. Las cosas nunca suceden como deseo que sucedan. Probablemente tenga que decirte adiós. Y el tiempo que me vaya será el suficiente para romper cualquier cosa que pudiéramos haber construido. Me olvidarás. Seré sólo un pequeño error en tu vida. Y yo miraré al pasado riéndome por lo estúpida que fui al pensar que me podrías querer.

Estos tres meses todo puede cambiar. Y quiero que sepas que da igual cómo vaya todo, siempre que quieras podrás volver a mí, ya sea porque todo va horriblemente mal y necesitas un hombro sobre el que llorar o ya sea porque todo va bien y quieres compartirlo conmigo. No importa realmente el motivo, me vas a tener ahí pasen los años que pasen. Me encanta el modo en el que eres y hagas lo que hagas en esta vida sé que será algo de lo que estaré orgullosa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Qué se supone que tienes qué decir cuando todo lo que tienes por decir está mal. Ya nada de verdad queda en mí. Sospecho que solo una cosa e...