miércoles, 8 de marzo de 2017

TWD

Aún recuerdo estar en sexto de primaria, viendo el final de la primera temporada de crónicas vampiricas. La única razón por la que quería volver a empezar el nuevo curso era que comenzaba la segunda temporada.
También recuerdo cuando al principio nadie entendía que series veia y se reían de mis gustos extraños. Y de la horrible frustración y rabia que me dio cuando unos años después se volvió la moda verla y todos parecían apasionados fans.
Y por su puesto jamás olvidaré que muchas veces ver un capítulo de crónicas vampiricas era mi única ilusión para el día en cuestión.  No es que eso fuera positivo, pero al menos tenía algo en lo que desconectar.
Pero ahora  ha  llegado la hora.  Tras ocho temporadas ha de finalizar y aunque nunca querría decir adiós a esta serie, he crecido viéndola y sé que se quedará atrás como un bonito recuerdo. Ahora tengo cosas bonitas que hacer a diario, nuevas historias que ver, leer o incluso crear.

No diré que no me entristece decir adiós, porque lo hace, pero también me hace feliz saber que he estado el viaje entero. Nunca voy a olvidar la de sensaciones que me ha transmitido esta serie, siempre estaré muy agradecida por ella.

Goodbye TWD

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