martes, 11 de noviembre de 2014

Querer decirte todo y no decirte nada

Hace 365 días tus felicidades eran las más extensas en mi móvil. Tus regalos eran los más elaborados y pensados. Tus   palabras eran las más sinceras que jamás había oído.

Y de repente te esfumaste. No se que falló pero ya no sirve de nada saberlo. Me corrompe por dentro pensar toda la vida que tuve a tu lado y cómo en un abrir y cerrar de ojos desapareciste. 

No quise aceptarlo. Pretendí que todo iba bien y que podía vivir sin ti. Pero no. No era así. Y me costó mucho tiempo explotar y reconocerlo. Soltar ese monstruo que me estaba devorando viva por no poder gritar "ya no le tienes, te ha abandonado".

Pero como siempre digo, hay relaciones tan perfectas que están destinadas a nunca ocurrir.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Qué se supone que tienes qué decir cuando todo lo que tienes por decir está mal. Ya nada de verdad queda en mí. Sospecho que solo una cosa e...