Te rogué que te quedarás. Me abrí a ti. Quería confiar otra vez. Maldita sea, puse mis esperanzas en ti. Has logrado que no vuelva a confiar en nadie por mucho tiempo. Lo estaba logrando, estaba viendo la luz, y sin derecho alguno has venido y la has tapado, como si cada paso que me había llevado hasta ahí hubiera desaparecido.
No te odio, pero lo que has hecho no puedo olvidarlo. La gente constantemente dice que olvida, pero no perdona. Creo que debería ser al revés. Perdono, pero no olvido. Nunca olvido.
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