Es difícil no estar feliz a su lado. Desprende tanta alegría e ilusión. Su sonrisa me hace sentir esa tonta sensación en mi interior que llevaba años sin sentir. Es como volver a mi infancia.
Cada vez que me amarra la mano, me sujeta de la cintura, o me toca el pelo, mi corazón se estremece. Es tan bonito, por dentro y por fuera, que vuelvo a creer en la belleza de este mundo.
Nunca querré a nadie tanto como te quise a ti. O al menos no del mismo modo. De eso estoy convencida. Pero he encontrado a alguien capaz de hacerme sentir de nuevo. Nada en concreto, simplemente me hace sentir. Y llevaba tanto tiempo sin sentir, que pensaba que no era posible.
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