Tu sonrisa es la primera y la última que veo. Eres mi mundo y me encantaría que siguieras siéndolo. Pero incluso los diamantes a veces deben dejar de brillar. Sé cuánto daño te hago. Y cada vez que pienso en ello muero un poquito más. Me duele tanto que no puedo ni respirar.
Debo dejarte, irme lejos, allá donde ya no pueda herirte. Lo hago porque te quiero. Vivo por y para ti. Al principio será difícil, pero con el tiempo lo comprenderás. No te preguntes porqué te abadone, ni llores por ello. Viviré en tus recuerdos, y ese será nuestro precioso oculto lugar. En ocasiones vivir del pasado es lo único que nos queda. Allí me encontrarás, y podrás revivir mil y una veces todos esos momentos tan imperfectos y a la vez perfectos que vivimos.
Lo comprenderás. Te lo prometo...
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